La muerte de 40 migrantes en una cárcel que tiene el Instituto Nacional de Migración (INM), en la fronteriza Ciudad Juárez, en Chihuahua, debe marcar un antes y un después en la política migratoria en México y debe empezar con la separación del Comisionado, Francisco Garduño Yáñez, consideró el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra.
Por su parte, el activista y defensor de los derechos de los migrantes, Irineo Mujica, explicó que la muerte de los 40 migrantes, entre ellos guatemaltecos y venezolanos en su mayoría, según reportaron las autoridades, es resultado de la “política perversa y criminal” del INM que consiste en venderles permisos en la frontera sur y detenerlos en la frontera norte para deportarlos.
“Si el Comisionado del INM, Francisco Garduño Yáñez, es consciente debe renunciar de inmediato”, porque desde su creación, bajo el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el INM fue copado por agentes corruptos en su mayoría que han visto a los migrantes como mercancía, sin que les importen los derechos y la vida de las personas”, dijo Solalinde.
El fundador del albergue Hermanos en el Camino de Ciudad Ixtepec, en Oaxaca, donde los migrantes de todas latitudes reciben alimentos, estancia y atención médica, explicó que tras la muerte de esos 40 migrantes, el gobierno de México debe cambiar su política migratoria porque hasta ahora, “la 4T no ha llegado al INM”.
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