En Oaxaca, fue denunciado un nuevo caso de negligencia médica y violencia de género institucional en el Hospital Civil, donde médicos y enfermeras, sin permiso de una mujer, le retiraron la matriz además de causarle daños renal y cerebral a su bebé por intervenirla quirúrgicamente de forma retardada durante su parto.
El reclamo fue presentado por los familiares de la víctima, quienes se manifestaron en los accesos de nosocomio y, en las puertas del Palacio de Gobierno, adelantaron que harán valer una queja ante la Comisión de Arbitraje Médico, la Defensoría de los Derechos Humanos y ante la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGE) contra los implicados en los hecho.
En la narrativa de los hechos, expuesta por Minerva Sosa, Esmeralda, de 32 años, para su segundo parto fue remitida de la clínica urbana del municipio de San Jacinto Amilpas al Hospital Civil de la capital oaxaqueña a las 4:00 horas del lunes, con un embarazo de 38 semanas y un problema de presión alta.
A las 8:00 horas de ese mismo día, los familiares pidieron informes de su estado de salud, pero hasta las 11:00, dos horas después, les reportaron que el parto será por cesárea.
Sin embargo, a las 17:40 horas les informaron que la mujer no fue operada y les pidieron que esperaran a que siguiera en trabajo de parto, para que continuara el proceso de dilatación. Les solicitaron que firmaran un acta voluntaria.
En ese momento, los familiares se inconfomaron y pidieron una aclaración a la Subdirección Médica, donde les notificaron que no había ningún riesgo.
Sin embargo, a las 4:00 horas de este martes, les informaron que la mujer sería intervenida porque presentó una ruptura uterina, y es cuando los médicos se percataron que la bebé recién nacida ya no estaba en el útero, y en consecuencia ya no respiraba por ella misma.
Por ello, fue conectada a un ventilador con un catéter para poder suministrarle medicamentos; a la par de que se diagnosticaba que la bebé tenía daño cerebral y renal.
La mamá fue intubada y, sin su permiso, le quitaron la matriz para poder detener la hemorragia causada la ruptura uterina.
Ante este escenario, los familiares sostienen que si se hubiera actuado e intervenido desde la misma madrugada del lunes, cuando fue remitida de su clínica de referencia al hospital, la mujer no hubiera sufrido, ni se le hubiera retirado la matriz y su recién nacida no hubiera reportado daños.
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